El viaje hacia Panamá

10.500 metros de altura, 10 horas de vuelo y una comida dificil de digerir a bordo de este Airbus 330 de Iberia. Conozco bien el número de veces que he hecho este recorrido; 24 veces en total en los 3 años que llevo dedicándome a ayudar a inversores y empresarios a encontrar ese tesoro perdido que buscan en Centroamérica.

Hace ya algún tiempo que Panamá entró en el radar de muchos inversores como uno de los lugares a tener en cuenta para la expansión de las empresas e inversores Españoles. En mi caso la historia se repite en cada viaje, a pesar de que la mayoría de mis clientes han estudiado algo el país, la verdad es que todos sin excepción comparten un patrón de comportamiento. La primera etapa es la excitación al descubrir un destino nuevo, a todos nos suena el nombre de Panamá, pero la verdad es que es el gran desconocido de Centroamérica, un país que maneja el 15% del tráfico de mercancías mundial, sede de mas de 85 bancos internacionales y con unos datos de crecimiento e inversión espectaculares, Panamá es mas conocido por “el sastre” de la película de Pierce Brosnan o por su famoso Canal, que por cualquier otra cosa.

La segunda fase de nuestras visitas siempre encuentra los mismos comentarios; “Por qué no vinimos aquí antes?”, y es que el estado de ebullición de la economía de Panamá nos recuerda mucho a la España de hace 7 años.

El último grupo con quién visité Panamá se dedica a la fabricación de cerramientos de aluminio y el acabado interior de nuevas construcciones. A las 14 horas de nuestra visita decidieron constituir su sociedad, compraron un espacio comercial, entrevistaron a candidatos para su oferta de empleo y compraron un vehículo. Todo en un espacio de 5 días. El 1 de Abril comienzan su andadura en las Américas. Su decisión era obvia; quedarse en España para poco a poco desaparecer, llevados por una ola de impagos y sin margen de negociación con los bancos, o implantarse en un mercado emergente que es la puerta de entrada ideal para todas las economías de Centro y Sur América.

Primero fueron los inversores españoles los que comenzaron la compra de activos inmobiliarios en el extranjero, atraídos por la seguridad de la inversión, la rentabilidad y la posibilidad de viajar a un destino fantástico y con economías al alza. Ahora son las empresas españolas las que nos llaman porque quieren recoger su equipo y mudarse, ofreciendo innovación, experiencia y ganas de trabajo en mercados que lo necesitan. Panamá es una fantástica opción para el comienzo de la internacionalización de nuestras empresas o de nuestras inversiones, tan sólo hay que observar los principios básicos de seguridad, prudencia y análisis y nuestro éxito estará asegurado.

Sólo me quedan 30 minutos para mi escala en Guatemala, mis clientes me preguntan por enésima vez: –“En Panamá se habla Español, verdad?”.

Si, en Panamá se habla Español, y cada vez más.