martes, 25 de agosto de 2009

El Canal de Panamá se ha quedado pequeño

Si el portacontenedores Panamax —que se concibió con las medidas máximas para cruzar el atajo interoceánico— circula ya muy justo (incluso a menos de 60 centímetros de los muros en algunos puntos), el Pospanamax queda directamente excluido. Y el futuro de la carga navegable va justamente por donde el canal se ve impedido: si el Panamax es capaz de transportar 4.500 contenedores de los llamados TEU (unidad de medida de capacidad de transporte marítima de 20 pies), los buques Pospanamax cargan 12.000 unidades.

Esto, unido a la saturación de la ruta centroamericana (en temporada alta y por mantenimiento, cientos de barcos aguardan autorización de paso durante días, cuando no, una semana), hace que la competencia con Suez sea feroz: allí también se abren las compuertas y, con su apertura, los ingresos de peaje se marchan en otra dirección.

El asunto es clave para un país en el que el 10% del PIB viene directamente del canal. Tras 85 años de control estadounidense, la vía marítima acaba de cumplir una década en manos panameñas con excelentes resultados: en este periodo, ha aportado al país un 50% más de ingresos que en la extensa etapa EEUU.

Siendo este canal el camino más apropiado para el transporte de mercancías desde Asia, el futuro de la ruta centroamericana no tardará mucho tiempo en cambiar: la empresa española Sacyr Vallehermoso inicia hoy las obras para la construcción de un tercer par de compuertas que duplicarán la capacidad de la vía marítima. “Necesita una renovación profunda, mejorar las infraestructuras obsoletas y los sistemas de automatización. Será la mayor infraestructura de estas características en el mundo, por encima de Suez”, indica Edelmiro Rúa, presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.

La ingeniería española lidera el consorcio Unidos por el Canal —con la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña Constructora Urbana—, que se encargará de acometer la parte mas significativa del proyecto de ampliación (51% del total). Según ha informado Sacyr, el contrato de diseño y construcción incluye un tercer juego de esclusas, con dos complejos, Atlántico y Pacífico, de tres niveles con tinas de reutilización de agua que facilitarán el ascenso y descenso de la flota como en un elevador (ver gráfico); la excavación de cauces de acceso a estas esclusas, la ampliación de los cauces de navegación existentes, el aumento de la profundidad para la circulación de buques de más calado y la elevación del nivel máximo de funcionamiento del lago Gatún.

A favor de esta adjudicación han jugado dos factores: una oferta económica que ha mejorado las previsiones de las autoridades (con una licitación de 3.118 millones de dólares) y la valoración de las empresas españolas. “En concesiones, España es de las primeras del ránking mundial, está ejecutando proyectos punteros en Latinoamérica y se están acometiendo trabajos portuarios de gran relevancia en EEUU”, señala Rúa. De hecho, entre los proyectos finalistas también se encontraba el consorcio de ACS, Acciona y FCC junto a socios extranjeros—. En los trabajos participarán 6.000 personas y finalizarán en 2014, coincidiendo con el centenario de la inauguración del canal.

Las claves económicas de la conexión entre océanos

La ampliación del canal es fundamental a corto plazo: la mitad de las órdenes para la construcción de buques portacontenedores hasta 2011 es Pospanamax, es decir, los que por sus dimensiones no pueden atravesar este corredor entre océanos. El plan de ejecución contempla la construcción de un par de esclusas con tinas, “similares a la que se vienen implantando desde hace años para la navegabilidad de grandes ríos europeos, como el Rin en Alemania” comenta el presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.

Según el Administrador del Canal de Panamá, la eficiencia del nuevo sistema permitirá aumentar el tonelaje un 80% y multiplicar los ingresos totales por cinco. Conforme a los cálculos de este organismo, el coste de las obras se amortizaría en menos de una década mediante una subida de los peajes. Con la ampliación, el PIB se elevará un 1,2% antes de 2020 y se triplicarán las exportaciones. De igual manera, se espera que la economía panameña reciba cerca de 2.500 millones de dólares en otras inversiones.

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