domingo, 11 de octubre de 2009

Brasil, un país de futuro. Especial de El Pais, 11/10/2009

En 1941, el escritor austriaco Stefan Zweig recaló en Río de Janeiro. No era consciente, pero había llegado a Brasil para consumir el poco tiempo que le quedaba de vida. Antes de suicidarse a comienzos de 1942, Zweig culminó un ensayo titulado Brasil, un país de futuro, en el que retrató magistralmente un país de gran potencial que algún día sería un referente económico y tecnológico en el mundo, una potencia emergente que lograría superar el drama de la desigualdad y las favelas.

Desde entonces, no pocos han tachado la obra de Zweig de poco objetiva, de eurocéntrica y de no tener en cuenta la cruda realidad de un país que aún tenía las heridas abiertas de las ocupaciones coloniales, de la tragedia de la esclavitud y los caciques. Cierto es que después de la publicación de este libro vinieron épocas más o menos prósperas, una dictadura militar de 20 años que mutiló las libertades en todo el país y, por fin, la decadencia más absoluta en las últimas dos décadas del siglo pasado, con una hiperinflación descontrolada y una desigualdad social que no hizo más que crecer exponencialmente. La violencia y el narcotráfico camparon a sus anchas en las principales urbes brasileñas. Los tristemente conocidos meninos da rua pasaron a ser la dramática fotografía de Brasil. El panorama era desalentador y parecía que Zweig hubiese errado de lleno en sus vaticinios.

Continuar leyendo... (el artículo completo merece la pena). En breve publicaré la versión del especial de negocios de este Domingo 11.

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